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+ La apuesta por la bajada de hipotecas es clara por parte de los analistas especializados.

Los analistas apuestan por nuevas bajada de los tipos y por ende de las hipotecas

El Banco Central Europeo (BCE) celebra su próxima reunión el 6 de marzo, con una amplia expectativa de que se anuncie un nuevo recorte de los tipos de interés, esta vez de 25 puntos básicos. De confirmarse, el tipo rector se reduciría al 2,5%, mientras que el tipo de refinanciación y la facilidad marginal de crédito se situarían en el 2,65% y el 2,9%, respectivamente. Este sería el sexto ajuste a la baja desde junio del año pasado y el quinto consecutivo, subrayando el esfuerzo continuo de la institución para reactivar la economía europea.

 

Controversia y divisiones dentro del BCE
Este recorte, sin embargo, no está exento de controversia, ya que las divisiones en el seno del Consejo de Gobierno del BCE son cada vez más evidentes. Algunos miembros, como Isabel Schnabel, representante alemana, han expresado públicamente sus reservas sobre la continuidad de esta política monetaria expansiva. Schnabel ha planteado la posibilidad de detener las bajadas de tipos, argumentando que las condiciones de financiación actuales podrían estar dejando de ser restrictivas. Otros, como Pierre Wunsch, gobernador del Banco de Bélgica, han alertado sobre el riesgo de un exceso de recortes que podría llevar a un terreno peligrosamente expansivo. Estas posiciones reflejan un debate interno que, según los analistas, se intensificará en las próximas reuniones.

 

La reunión del 6 de marzo: una “última fácil” para el BCE
Rubén Segura-Cayuela, economista jefe de Bank of America para Europa, ha descrito la reunión del 6 de marzo como la última "fácil" para el BCE, anticipando mayores desacuerdos entre los miembros del Consejo sobre las decisiones futuras. Según Segura-Cayuela, la eventual eliminación del término "restrictivo" en la comunicación oficial del BCE no debe interpretarse como una señal de que la entidad está adoptando una postura neutral, sino más bien como un reflejo de la creciente incertidumbre sobre qué constituye un nivel neutral en el contexto actual. Bank of America prevé que los tipos podrían situarse en el 1,5% para septiembre, destacando un posible límite inferior en el marco de esta política de recortes.

 

Otras perspectivas: consenso entre entidades financieras
Otras entidades financieras, como MFS Investment Management y Lazard, también coinciden en que el BCE reducirá los tipos en 25 puntos básicos en esta reunión. Annalisa Piazza, analista de MFS, ha señalado que, aunque se espera una revisión a la baja en las proyecciones de crecimiento del PIB, el BCE no adoptará una postura significativamente más "dovish" en su comunicación. Piazza cree que los tipos podrían alcanzar el 1,75% hacia finales del tercer trimestre, mientras que Ronald Temple, estratega de Lazard, destaca que los mercados ya han descontado prácticamente esta rebaja, con una probabilidad del 99%.

 

El impacto de la inflación y los riesgos geopolíticos
Desde ING Research, el alivio de la inflación en febrero, que bajó al 2,4% en la eurozona, se considera un factor clave que permite al BCE proceder con este recorte. Según la firma, este entorno de menor inflación podría allanar el camino para que la economía europea salga gradualmente del estancamiento, impulsada por un mayor consumo y un aumento del poder adquisitivo derivado de tipos más bajos. Sin embargo, el economista jefe de ING, Bert Colijn, advierte que los riesgos geopolíticos, como las tensiones comerciales con Estados Unidos y los precios de la energía, siguen siendo un factor de incertidumbre considerable.

 

Desafíos internos: la presión de los "halcones" del BCE
Los "halcones" del BCE, por otro lado, han intensificado sus esfuerzos para abrir el debate sobre una posible pausa en las bajadas. Pierre Wunsch ha advertido que la eurozona corre el riesgo de "caminar sonámbula" hacia recortes excesivos, mientras que Isabel Schnabel ha argumentado que el crecimiento moderado no puede seguir interpretándose como una prueba de que la política es restrictiva. Estas posiciones ponen de manifiesto un creciente dilema para Christine Lagarde, presidenta del BCE, quien deberá equilibrar las opiniones divergentes dentro del Consejo de Gobierno mientras navega por un entorno económico global cada vez más incierto.

 

El panorama futuro del BCE: incertidumbre y decisiones críticas
En este contexto, el BCE enfrenta múltiples desafíos. Por un lado, debe asegurarse de que su política monetaria siga siendo efectiva para estimular el crecimiento sin poner en riesgo la estabilidad económica. Por otro, debe responder a las presiones externas, como las tensiones comerciales y la creciente fragmentación del comercio global. Todo esto en un momento en que la inflación aún no ha alcanzado de forma sostenida el objetivo del 2%, y los riesgos de desglobalización podrían ejercer nuevas presiones al alza sobre los precios.

 

Conclusión: una reunión clave para el BCE
En resumen, la reunión del BCE del 6 de marzo será crucial no solo por la esperada bajada de tipos, sino también por el creciente debate interno sobre el rumbo futuro de la política monetaria europea. Con divisiones en el Consejo de Gobierno, incertidumbres geopolíticas y económicas, y un escenario de inflación fluctuante, Christine Lagarde enfrenta una de las decisiones más complejas de su mandato. Mientras los mercados esperan con interés los resultados de esta reunión y las señales para los próximos meses, queda claro que el BCE está en un momento crítico que podría definir su estrategia a largo plazo.

Fuente: Idealista


 

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